jueves, 19 de diciembre de 2013

Ralph Sampson, la ‘torre’ que se derrumbó en Málaga

En términos de calidad, la ACB puede considerarse la segunda mejor liga de baloncesto del mundo, solo superada por la NBA. Razón de ello es que grandes jugadores de la historia de este deporte hayan pasado por nuestra liga. Y todos ellos dejando su huella. Ejemplos muy conocidos por todos son los casos de Drazen Petrovic, Arvydas Sabonis, George Gervin o Nate Davis. Por decir algunos.
Sin embargo, y siendo uno de los menos conocidos, en toda la historia de nuestra liga no ha habido un jugador, quizás solo el propio Gervin (4 veces máximo anotador de la NBA, 9 veces ‘All star’, miembro del ‘Halll of fame’…), con un curriculum NBA tan magnifico como el de Ralph Sampson. El hombre llamado a dominar el baloncesto español, pero que tuvo que colgar las botas de forma prematura.
Ralph Sampson y Hakeem Olajuwon
(Foto: Web Throwbacksnw)
El jugador más alto de la historia de la ACB (2,24 m) llegó a Málaga en la temporada 91-92 después de reinar en la NBA. La expectación que generó fue máxima, aunque nunca llegó a triunfar a este lado del charco. Los partidos que Sampson jugó con el denominado por aquel entonces Unicaja de Ronda pueden contarse con los dedos de las manos. Ocho encuentros en los que promedió 7 puntos, 6,8 rebotes en 28 minutos de juego, según la revista Gigantes. Y todo ello con unos porcentajes paupérrimos (29% en tiros de 2). Poco o nada quedaba de aquel jugador que había enamorado al baloncesto mundial, primero durante su etapa en la universidad y luego en los Houston Rockets. De hecho, en sus 9 temporadas en la NBA, consiguió ser ‘rookie’ del año en 1984, MVP del ‘all star’ del 95 (participó en 4 durante sus 4 primeros años), e incluso llevó a los Rockets a las finales de 1985. Denominado por muchos como el alero más alto de la historia del baloncesto, debido a su gran capacidad de anotar desde larga distancia.  Un jugador capaz de todo en plenas condiciones, pero que los problemas de rodilla le privaron de mostrar todas sus facultades a los aficionados malagueños.
Más que archiconocido es el apodo que recibió la pareja que formó durante sus primeros años en la NBA junto a Hakeem Olajuwon, ‘Las Torres Gemelas’. Una dupla interior en la que el ‘50’ de Houston ocupaba la posición de ala-pivot, pese a medir 15 centímetros menos que su compañero. Incluso en alguna ocasión  llegó a decir que le hubiera gustado jugar de base. “Twin Tower”, pese a su altura, tenía una habilidad innata para el manejo del balón. Por desgracia, como si fuese un presagio del fatídico 11M, una de las torres cayó de manera cruel y sin esperarlo nadie.
Sampson en las filas de Unicaja
(Foto: Web Solobasket)
Muchas son las anécdotas que se pueden contar sobre él. Por ejemplo, ex compañeros suyos, como es el caso de Gaby Ruiz, cuentan que “antes de cada partido le tenían que extraer varias jeringuillas de sangre de las rodillas”. Además, en un reportaje sobre su vida realizado por Javier Ortiz, el propio Sampson relató que no todo lo malo fue a nivel deportivo. Según él, el alojamiento que le proporcionó el club le causaba multitud de incomodidades. “Tuve que adaptarme a unas camas que eran muy pequeñas, y no había calefacción central en el apartamento que me dieron, así es que a veces pasaba mucho frío”. Sus anécdotas quedan ahí, para el recuerdo de todos los malagueños. Mientras, Sampson sigue preguntándose por qué diablos llaman a esto ‘La Costa del Sol’. Curioso, pero cierto.
Pese a todo, el ex jugador también guarda buenos recuerdos de su paso por España, sobre todo en lo referido a las playas y a la gastronomía. Todo ello después del duro periodo de adaptación al clima y la cultura mediterránea. Además, entre estos buenos recuerdo, el pivot destaca que aún guarda buenas amistades por aquí. Concretamente se refiere a Manolo Rubia, quien fuera delegado del Caja de Ronda y actual director deportivo de Unicaja. El estadounidense y Rubia siguen manteniendo un estrecho vínculo de amistad que sobresale entre los malos recuerdos.
Tras su paso por Andalucía, la carrera  de Sampson continúo en declive.  Actualmente, aunque en menor medida, su vida sigue en parte ligada al mundo del baloncesto. En 2012, los Suns le contrataron como asistente para agudizar el desarrollo de Gortat, aunque el experimentó no funcionó bien. Además,  recientemente han salido rumores de que se ha ofrecido a los Rockets, sobre todo para ayudar en la resurrección de Dwight Howard.
Como se puede comprobar, Sampson también dejó su huella en la ACB, aunque fuese una huella escasamente exitosa -por no decir nula-. Sin duda, el de Virginia será recordado en el ocaso de su carrera, como el jugador con más talento y a la vez el mayor fracaso que ha pasado por Málaga a lo largo de toda su historia.

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