Unicaja dio ayer un pasito más atrás de cara a lucha por
un puesto en el playoff. Las victorias del Blusens contra el Madrid y del Gran
Canaria contra el Barcelona presionaban al conjunto malagueño a ganar contra el
Zaragoza. Sin embargo, esto no fue así. Un inspirado CAI desde el triple pasó
por el encima de un Unicaja tocado.
El partido empezó de la forma esperada. Ambos equipos se
tanteaban en ataque y en defensa, pero eran los malagueños los que estaban en
primer momento más inspirados. Con Zoric dominando el aro rival y Vázquez
frenando a Norel en la zona cajista, el partido llegó al final de los primeros
10 minutos con una esperanzadora ventaja local (20-16).
Txemi Urtasun/ Laopiniondemalaga.es |
En cambio, en el segundo periodo la situación dio un giro
completo. Los zaragozanos se enchufaron desde la línea de 3 y Perovic no conseguía
aportar lo mismo que Zoric, el cual estaba en el banquillo. En 7 minutos y
medio, Unicaja tan solo había anotado dos puntos y la diferencia en el marcador
se iba agravando poco a poco (22-32). Repesa tenía miedo de que el partido se
rompiera antes de tiempo y volvió a sacar al croata a pista, pero Unicaja ya
estaba tocado y se marcharon al descanso con un 29-40 en el luminoso. Parecía
que la perspectiva del playoff se estaba alejando para el cuadro andaluz.
La segunda parte comenzó tal y como había terminado la
primera, los triples de Van Rossom y Rudez
seguían aumentando la diferencia, sin embargo, el conjunto de los Guindos no se
dio por vencido. Apretó los dientes en defensa, y en el ataque, un inspirado
Urtasun hacia el papel del lesionado Marcus Williams, que a pesar de las
molestias en el dedo dejó destellos de su calidad con varias asistencias
asombrosas. El Carpena se venía arriba. Y no era para menos, puesto que un mate
de Fran Vázquez cerraba el tercer periodo con empata a 53. Quedaban 10 minutos
y todo estaba aún por decidir.
Pedro Llompart/ Laopiniondemalaga.es |
Pero, para infortunio local, las fuerzas
cajistas se agotaron ahí, al final de esos primeros 30 minutos. Calloway y
Williams trataron de dar alas a su equipo con un par de triples, que fueron
contestados con los propios de Pablo Aguilar y Rudez. A la fiesta, también se sumó
el base del equipo maño, Van Rossom, quién, también desde más allá del 6,75,
cerró el partido con una diferencia de 20 puntos (68-88).
Para colmo, la derrota no fue la única mala
noticia de ayer. Marcus Williams se ha operado de una lesión en un dedo de la
mano y estará de baja como mínimo 6 semanas. La otra mala imagen de ayer fue la
despedida, con pitada incluida al equipo y a la directiva.
En mi opinión, la esperanza aún no está perdida
y mientras haya opciones matemáticas, Unicaja debe seguir luchando por colar en
la fase por el título.
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